Un solo corazón, una sola familia en Cristo
La fraternidad es el reflejo del amor de Dios en comunidad. No se trata solo de compartir momentos, sino de caminar juntos en fe, sostenernos en las pruebas y celebrar las victorias que Él nos concede. En la unidad encontramos fuerza, y en el amor fraternal descubrimos el verdadero sentido de ser iglesia: una familia que se cuida, se anima y crece en Cristo. “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía.”
— Salmo 133:1




